martes, 8 de abril de 2014

LOS ASESINOS DE MONTESQUIEU, CAPITULO 1

Es muy difícil conocer el momento exacto en el que se pone en marcha una conspiración, uno suele pensar en esas viejas películas en blanco y negro en la que un grupo de tipos con cara de malos reunidos en torno a una mesa de madera beben cerveza y fuman hasta convertir el aire en niebla deciden ir a por alguien en concreto. Sin embargo la experiencia explica que las grandes conspiraciones no nacen así, sino que es un pequeño arroyo de acontecimientos que termina convirtiéndose en un gigantesco río que  no hay dios que controle con sus centenares de afluentes, muchos de los cuales ni siquiera se conocen entre sí, pero que colaboran por igual en el resultado final.

Algo parecido ocurre con los motivos que lo desencadenan, imposible creer que exista sólo uno. Se dice popularmente que la primavera árabe comenzó cuando un vendedor callejero se inmoló para protestar contra el gobierno, un suceso así es sólo el último de los desencadenantes, cuando ocurre una revolución o una conspiración es porque conviven muchos factores inflamables.

Sólo como arranque que sirva para explicar en parte la situación, incluyo el extracto de las palabras del presidente del gobierno español en sesión parlamentaria:
“Por todos es conocida la situación por la que atraviesa el país, es por ello por lo que me veo abocado a tomar decisiones que sé que no serán del todo compartidas por una parte de la población, en cualquier caso entiendo que actúo por el bien del conjunto del estado y de sus habitantes…”

“…La concentración de poder por parte de un reducido grupo de empresas cuyos intereses fundamentales son el beneficio económico propio y en ningún caso el interés general, me obliga a tomar decisiones difíciles y comprometidas en algunos casos, pero que a la larga supondrán un mayor beneficio para todos, incluidos los accionistas y empleados de dichas corporaciones…”

“… una mayor tributación por parte de las rentas más altas no es sólo algo necesario, sino que además es de justicia, cuando la situación económica nos obliga a todos a tomar decisiones difíciles no hay nadie que pueda quedar al margen de las mismas, y quien más tiene y atesora conlleva una mayor responsabilidad con su país y conciudadanos…”

“No es admisible por gran parte de la ciudadanía que cuando los hospitales públicos se encuentran desbordados en su capacidad y en numerosos casos desabastecidos de los suministros farmacéuticos más básicos, un pequeño grupo de compañías se enriquezcan a costa de la salud de enfermos que no encuentran otra vía de solución que pagar por los servicios médicos más básicos, de ahí la decisión de nacionalizar de manera inmediata todos los hospitales privados que operan en la actualidad en territorio nacional…”

“…el sector bancario se ha visto beneficiado en los últimos tiempos de todo tipo de ayudas económicas que no sólo no han servido para mejorar la economía nacional, sino más bien todo lo contrario, han reinvertido esas ayudas para comprar bonos y letras del tesoro por los que posteriormente se le abonaban unos intereses en ocasiones totalmente fuera de valor de mercado, por tanto es hora de que reviertan a la sociedad buena parte de esos beneficios, para ello he creado la tasa especial a la banca, con ésta en torno a la mitad de los beneficios declarados en el último año deberán ser reintegrados a las arcas del estado, de igual forma, el estado se hará cargo del veinte por ciento de todos los depósitos bancarios que superen los cien mil euros por habitante…”


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