Si en tus horas más bajas
tu belleza me ha llegado
ni imaginar puedo cómo será
con tu corazón enamorado.
Ahora que luchas contra
virus y bacterias sin piedad
brillas con nombre propio
iluminando con gracia mi soledad.
Ya llegamos a tierra
y en ella sé que te perderás
así que perdona que te mire
ahora que sé que te marcharás.
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